domingo, 8 de julio de 2012

El amor y la locura





Hace muchísimos años se reunieron algunos sentimientos y algunas cualidades del hombre. Cuando el Aburrimiento bostezaba por tercera vez, la Locura propuso: vamos a jugar a las escondidas. La Intriga se levantó extrañada, y la Curiosidad, sin poder contenerse, pregunto: ¿A las escondidas? ¿Y eso cómo es? “Es un juego en donde yo me tapo la cara y comienzo a contar, desde el uno hasta un millón, mientras ustedes se esconden. Cuando termine de contar, los buscare hasta que los encuentre”, explico la Locura.


El Entusiasmo bailo de contento y la Alegría dio saltos que término de convencer a la Duda, e incluso a la Indiferencia, a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar. 
La Verdad prefirió no esconderse. ¿Para qué?, si al final siempre la hallaban.
 La soberbia pensó que era un juego muy tonto. En el fondo lo que le molestaba era que la idea no había salido de ella. Y la Cobardía prefirió no arriesgarse.
 La Locura rápidamente comenzó a contar. La primera en esconderse fue la Pereza, que como siempre, se dejó caer en la primera piedra que encontró.
 La Envidia se fue detrás del Triunfo, quien por su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.
 La Generosidad casi no alcanzaba a esconderse. Cada sitio le parecía maravilloso para alguno de sus amigos El lago cristalino para la Belleza. La hendija de un árbol era perfecta para la Timidez. Una ráfaga de viento le parecía magnifica para la Libertad. Por fin después de pensar primero en todos, la Generosidad termino ocultándose en un rayito de sol. El Egoísmo, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio. Era ventilado, cómodo, pero solo para él. La Mentira se escondió detrás del arco iris. Y la Pasión y el Deseo, entre los volcanes.


 Cuando la Locura ya casi terminaba de contar, el Amor aún no había encontrado un sitio para esconderse, pues todo estaba ocupado. Hasta que al fin vio un rosal y decidió esconderse entre sus flores. “¡Un millón!”, dijo la locura. Y comenzó a buscar. La primera en aparecer fue la Pereza que estaba a solo tres pasos. A la Pasión y el Deseo, los sintió en el vibrar de los volcanes. En un descuido encontró la Envidia. Y claro también encontró al triunfo. Al Egoísmo no tuvo ni que buscarlo, pues él solito salió de su escondite que resultó ser un nido de avispas. La Locura de tanto caminar sintió sed, y al acercarse al lago descubrió a la Belleza. Encontrar a la duda fue mucho más fácil. La encontró sentada aun sin poder decidir a donde se iba a esconder. Así fue encontrando a todos El Talento estaba entre la hierba fresca La Angustia, en una oscura cueva. La Mentira, detrás del arco iris. Y hasta encontró el Olvido, que se había olvidado que estaba jugando a las escondidas. Pero solo el Amor no aparecía por ningún lado. La Locura busco detrás de cada árbol, bajo cada arroyo de la tierra, en las cimas de las montañas. Y cuando estaba por darse por vencida, vio el rosal. Tomo un pequeño palo y comenzó a mover las ramas. De pronto escucho un doloroso grito. Las espinas habían herido los ojos del Amor.
 La Locura no sabía que hacer para disculparse. Lloro, rogó, imploro, pidió perdón y hasta prometió acompañarlo siempre.


 Desde entonces el Amor es ciego y la Locura siempre lo acompaña.


(Este es un cuento lo escuché hace mucho, ahora lo  encontré en la página de feisbuk de Escuela para aprender a ser feliz y lo comparto aquí para no olvidarlo.

6 comentarios:

  1. ¡Qué bonito! Con tu permiso me guardo también el cuento, que me ha encantado. ¡Gracias por compartirlo!
    Besotes!!!

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  2. Me ha encantado y divertido con todas esas excelentes personificaciones.
    Un abrazo.

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  3. Sí, es muy clarificador sobre el dicho de la ceguera y el amor. Sería curioso leerlo o escribirlo como un poema.
    Un abrazo.

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  4. Es un cuento precioso, me lo apunto para contarlo porque me parece entrañable :)
    Gracias por compartirlo
    Besos

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  5. Es precioso, Loli. Hace mucho, mucho tiempo que alguien me lo regaló, pero lo había olvidado. Gracias por traerlo.

    Un montón de besos

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  6. Muy bonito Loli, precioso. Me parece ideal para contar a los niños en un cuentacuentos de esos que se practican en las librerías o en los colegios. Por otro lado no me IMPORTARÍA ESTAR LOCO DE AMOR!!!! UN ABRAZO

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